Ciudad de México.- Ana Karen Sotero Salazar, de 23 años, quien recibió el Premio de la Juventud de la Ciudad de México en el Congreso de la Ciudad de México, reclamó a los diputados que no legislan para garantizar que haya suficientes fuentes de trabajo para los jóvenes y evitar que sigan siendo reclutados por el narco, incluso le reclamó que no pusieran atención mientras ella estaba hablando en tribuna.
“Este discurso es un llamado para aquellas personas que ocupan los cargos políticos en el poder, para que realmente se pongan las pilas y trabajen en pro de la juventud y que también vean todas las adversidades que estamos viviendo, porque como juventud estamos ganando hoy un premio, pero no tenemos seguridad laboral, no tenemos sistemas de salud que sean accesibles, tampoco tenemos el suficiente acceso a la educación para que más personas destaquen” dijo enfática Sotero Salazar desde la tribuna, quien ganó el galardón junto con sus compañeros, Alan Montoya Gómez, María Concepción Arrocena Salgado y Santiago Canto Aguirre, quienes forman el Club de Debate Poder Cultural.
Necesitamos que el gobierno en conjunto trabaje con la ciudadanía y esto no solamente se quede en un premio (…) quiero enunciar algo importante que a mí me ha afectado directamente y es cómo ha aumentado el crimen organizado y cómo se está llevando la juventud al narcotráfico (…) resido en la Ciudad de México, pero soy parte de una comunidad que el crimen organizado desapareció y que es el barrio de San Isidro del Cobradero Labrador, y donde nunca nadie nos puso atención (…) necesitamos verdadera justicia”, dijo la joven.
Sotero Salazar, también reclamó a los diputados y diputadas que no le pusieran atención a los diferentes jóvenes que recibieron el galardón “necesitemos que cuando la juventud hable, realmente nos escuchen, nos miren y nos reconozcan, que no nos vean desde un enfoque paternalista (…) lo que hacen de venir al congreso, tomarse fotos con nosotros y fingir que les importamos es muy triste, porque es la realidad que pasa en México: los políticos sólo nos usan como artefactos para hacerse famosos, o difundir sus agendas, pero no les importamos».
Fuente: Excélsior