Shenzhen, China.– Desde hace unas semanas, la famosa guerra comercial entre Estados Unidos y China ha movido los mercados internacionales y ha generado diversas expectativas en el mundo de la tecnología, al punto de que algunos de los principales fabricantes de electrónica de ese país estén viendo la posibilidad de mover producciones tan importantes como la de los equipos de Apple (iPhone e iPad) a países como México.
Me encuentro en la ciudad de Shenzhen, cuna de desarrollo de millones de componentes y equipos tecnológicos que tienes en tu casa, oficina o en tu mano. Durante dos días he estado platicando con algunos de los CEOs y directivos de empresas como Huawei, Foxconn y Pegatron, entre otros, para entender cómo les está afectando esta guerra comercial que muchos piensan inició el presidente estadunidense, Donald Trump, en otra de sus cruzadas para hacer a ¡América Grande!
Entendiendo la parte china, concluyo que la guerra no es sólo comercial, sino que además está el dominio por la tecnología en el mundo. También tiene que ver con el surgimiento de sentimientos populistas, aislacionistas y proteccionistas en el mundo, en general, y en Estados Unidos, en particular.
La competencia entre China y EU lleva muchos años, es continua y no comenzó con el presidente Trump, y no desaparecerá, incluso después de que deje el cargo. Ha salido a la luz porque el Producto Interno Bruto de China se disparó más de 20% respecto al de EU en menos de 20 años, y lo podría superar para 2030 si las tendencias actuales continúan.
La comparación y, por tanto, la competencia implícita entre las dos economías más grandes en el mundo, a la fecha es inevitable. Sin embargo, la competencia no necesita ser destructiva. Si nos ponemos a pensar en ese reto entre ambas naciones por crear la supercomputadora más rápida del mundo, ya ha resultado en que ambos países produzcan computadoras mejores y más rápidas.
Al día de hoy, la IBM Summit es una máquina estadunidense que superó al Sunway TaihuLight, un equipo chino que encabezó la lista Top500 de supercomputadoras en 2016 y 2017, y que utiliza chips totalmente fabricados en ese país. Esto no es diferente al momento del Sputnik en 1957, que estimuló a Estados Unidos a acelerar el desarrollo de la ciencia y la tecnología. La guerra comercial, que tiene el potencial de interrumpir el suministro de semiconductores avanzados de EU, probablemente refuerce la determinación de los chinos de ser autosuficientes en ellos.
La competencia tecnológica, que está asociada con el Made in China 2025, ha generado agravios por parte de EU sobre la protección de los derechos de propiedad intelectual, la transferencia forzada de tecnología y el supuesto ciberespionaje.
La protección de la propiedad intelectual en China ha mejorado constantemente desde que se establecieron tribunales especiales en Pekín, Shanghái y Guangzhou en 2014. A medida que los chinos comienzan a innovar, ellos mismos exigen el fortalecimiento en este tema.
El comercio de tecnología, incluidas las inversiones entre estos países, probablemente seguirá siendo problemático siempre que se tenga en cuenta la seguridad nacional y la competencia tecnológica. Así como el gobierno de EU desalienta el uso de productos Huawei, por razones de seguridad nacional, el gobierno chino también puede, eventualmente, decidir que es arriesgado contar con productos de alta tecnología estadunidense.
Una de las quejas de Trump es que EU no se ha beneficiado lo suficiente de las relaciones económicas con China. Es verdad que el país asiático ha podido sacar de la pobreza a 600 millones de sus ciudadanos, inicialmente mediante la gran expansión de empleos orientados a la exportación tecnológica y de otros productos a EU. Sin embargo, los consumidores estadunidenses también se han beneficiado por dos décadas de precios bajos.
Si las importaciones de Estados Unidos procedentes de China se hubieran mantenido en los niveles de 1994, el índice de precios al consumidor en EU habría sido 27% más elevado en 2017. Es difícil evaluar qué país se ha beneficiado más.
¿Cómo van a terminar las cosas? China y el resto del mundo, excepto, posiblemente EU, continuarán defendiendo el actual sistema multilateral de comercio bajo la Organización Mundial del Comercio. Después de todo, todos se han beneficiado y continuarán beneficiándose de ello. Sin embargo, las relaciones entre China y EU deben ser cuidadosamente administradas en el futuro, pues la pelea se estará dando en la arena de ¿quién domina en tecnología?, y eso no podría ser muy benéfico para muchos.
Twitter: @doc_paul