Luis Ayala Ramos
Ecatepec, Estado de México.- Un grupo de aproximadamente mil 800 purificadoras de agua que operan en el municipio de Ecatepec solicitó a autoridades federales, estatales y municipales permitir la reapertura de pozos ubicados en Texcoco, Acolman y Tecámac, tras más de una semana sin poder trabajar por el cierre de estas fuentes de abastecimiento.
Los representantes del sector señalaron que esta situación ha puesto en riesgo alrededor de 4 mil 500 empleos directos y más de 18 mil indirectos, de los cuales dependen al menos 12 mil familias en Ecatepec y municipios aledaños.
De acuerdo con los afectados, los pozos fueron cerrados por no contar con la regularización y permisos correspondientes, como parte de acciones para fortalecer la normatividad y el control en el uso del agua, medidas con las que dijeron estar de acuerdo, aunque pidieron que se apliquen sin paralizar su actividad productiva.
Indicaron que, si bien en Ecatepec existen pozos, estos no cumplen con la normatividad fisicoquímica requerida para los procesos de purificación, a diferencia de los pozos ubicados en Texcoco, los cuales, aseguraron, sí cumplen con los estándares establecidos.
Purificadoras de Ecatepec piden reabrir pozos de Texcoco para evitar pérdida de empleos
Ante este panorama, solicitaron que se permita la operación temporal de los pozos cerrados mientras los concesionarios avanzan en la regularización de su situación jurídica, legal y administrativa conforme a la nueva Ley de Aguas y la normatividad vigente.
También pidieron que se autorice nuevamente a las pipas para transportar agua desde estas fuentes hacia Ecatepec, Tecámac, Coacalco y diversas alcaldías de la Ciudad de México, como Gustavo A. Madero, Iztacalco, Venustiano Carranza y Azcapotzalco.
Como parte de su planteamiento, propusieron un plazo máximo de 45 días para que los responsables de los pozos concluyan los trámites necesarios, sin que ello implique la suspensión total del suministro de agua a las purificadoras.
Los empresarios del sector advirtieron que la falta de operación no solo afecta a los trabajadores, sino también a miles de consumidores que dependen de estas purificadoras como una alternativa accesible en calidad y precio.
Finalmente, hicieron un llamado a la presidenta de la República, a la gobernadora del Estado de México, a la Comisión Nacional del Agua y a las autoridades municipales para atender la problemática con sensibilidad social y evitar un mayor impacto económico en la región.