• Y la economía sigue estancada, creció 1.1% entre julio y agosto
Ernesto Madrid
A 12 días, que comenzó en Culiacán la guerra de cárteles y que se ha extendido a prácticamente todo el estado, que se detonó por la captura de su jefe máximo, Ismael el Mayo Zambada y su grupo criminal que respondió en contra del Cártel de Sinaloa con el cual, este gobierno ha sido tolerante, ahora resulta que Estados Unidos también es corresponsable de la violencia sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿El motivo? de acuerdo con el presidente, es que hubo un arreglo para la entrega y captura de estos líderes del cártel de Sinaloa “y debido a ese arreglo que todavía no conocemos en qué consistió, en qué condiciones se dio el arreglo, nos produjo a nosotros en Sinaloa la confrontación que se está dando, que espero, porque estamos actuando, que pronto se regrese a la normalidad”.
Solo que ese “no conocemos en qué consistió” es lo que preocupa a López Obrador que si bien, no tendrá consecuencias en la relación entre ambos países dijo que “no se puede actuar así, sin tomar en cuenta al gobierno de México” sin embargo, advirtió que “ya no puede haber una relación de cooperación cuando se toman medidas unilaterales, no puede aceptarse eso”.
Fue “incorrecto” e “ilegal” agregó y dijo que “No puede ser correcto porque asesinaron personas, fue totalmente ilegal, y estaban esperando al señor Mayo agentes del departamento de justicia”, lo anterior en medio de las dos cartas (la de “El Mayo” y de García Luna) que han inculpado a este gobierno de tener arreglos con el Cártel de Sinaloa, con quién fue, ‘extremadamente’ tolerante.
Entre las contradicciones, el presidente y los altos jefes militares están enmarañados ya que mientras los segundos dicen que la paz en el estado está en manos de las facciones de los cárteles, López Obrador no desmiente, pero tampoco dice nada de su estrategia de seguridad de ‘abrazos no balazos’, que se ha percibido como una manera de consecuentar al crimen organizado.
Por si fuera poco, el gobernador, según fuentes de primer nivel que se han difundido en diversos medios, sí tenía relación con el Cártel de Sinaloa y era el enlace político-electoral de la Ciudad de México con el Mayo. Rocha Moya ha negado cualquier vinculación con los narcotraficantes, pero su vida, por la imputación de Zambada, está en peligro y López Obrador y Claudia Sheinbaum, lo respaldan pese a la traición de haber entregado al Mayo y Guzmán López a los EU, lo que tiene preocupado, al gobierno federal.
Mientras esto sucede, la incertidumbre para los inversionistas sigue creciendo, no sólo por esa Reforma Judicial que pone en entredicho la impartición de justicia, de cara a las controversias comerciales signadas al amparo del T-MEC, sino que la inseguridad que se percibe se sigue traduciendo en un menor crecimiento económico en México que ha provocado revisiones a la baja en las expectativas del PIB y permite ver la inercia con la que iniciará el 2025.
Estimaciones del INEGI apuntan a que la economía nacional creció 1.1% anual en julio y agosto, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE).
A lo anterior se suma que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, ha deslizado la posibilidad de renunciar, luego de que presente el paquete económico de 2025 ante la incertidumbre de no lograr bajar el déficit fiscal porque el gobierno entrante no quiere ajustar su gasto social, léase programas sociales.
Y la advertencia de un Subsecretario de Hacienda entre el 2006 y el 2010 Alejandro Werner, quién anticipó que el gobierno de la primera presidenta de México iniciará con una posible recesión en vista de que, se tendrá que hacer una reducción del gasto público y el rediseño del presupuesto 2025 que van a obligar al gobierno entrante a hacer un ajuste de entre 1.5 y 2 puntos del PIB en el balance de las finanzas públicas.