Luis Ayala Ramos
Tecámac, Estado de México.- Un joven fue detenido por elementos de la Guardia Civil en el estacionamiento de la Multiplaza Ojo de Agua, luego de cuestionar a un agente de tránsito por circular en motocicleta sin portar casco ni placas oficiales.
Según testigos, el joven se acercó al uniformado para preguntarle por qué no cumplía con el reglamento de tránsito, lo que presuntamente provocó la molestia del agente, quien solicitó el apoyo de más elementos. Minutos después, el joven fue asegurado y trasladado ante el Juez Conciliador.
Los hechos causaron indignación entre transeúntes y motociclistas que presenciaron el momento, pues consideraron excesiva la reacción de los elementos policiacos ante una simple pregunta.
Ante lo ocurrido, la comisionada de Seguridad de Tecámac, María de Lourdes Cossio Gasca, justificó la falta de placas en la motocicleta argumentando que “aún están en trámite”, y responsabilizó al Gobierno del Estado de México por no haber entregado el material correspondiente.
Sin embargo, motociclistas del municipio señalaron un trato desigual en la aplicación de la ley. Denunciaron que, en los operativos habituales, cuando un civil es detenido por no portar casco, placas, licencia o tarjeta de circulación, su vehículo es remitido de inmediato al depósito vehicular.
“Nos aplican la ley con rigor, pero ellos pueden andar sin casco y sin placas, y todavía detienen a quien los cuestiona”, reclamó uno de los asistentes al momento de la detención.
Las imágenes del hecho fueron difundidas por usuarios en redes sociales, generando críticas por el uso del poder para intimidar a un ciudadano que señalaba una posible falta administrativa cometida por un servidor público.
Hasta el momento, ni la Secretaría de Seguridad ni la Secretaría de Movilidad del Estado de México han emitido postura sobre el caso. Organizaciones de motociclistas han solicitado al ayuntamiento una revisión de los protocolos de actuación de la Guardia Civil.
Se desconoce si el joven detenido enfrentará cargos o si ya fue liberado. El caso ha reavivado el debate sobre el doble rasero en la aplicación del reglamento de tránsito por parte de las autoridades locales.