Por Oscar Sánchez Márquez
La principal moraleja del cuento del Rey Desnudo, aquél a quien charlatanes y ladrones le hicieron creer que le habían confeccionado una vestimenta real jamás creada, provocando que paseara desnudo sobre su corcel pensando que su vestimenta era invisible y original, es que una mentira mil veces repetida no la hace verdad.
La pobreza en México ha crecido en proporciones considerables y esa realidad no se puede ocultar, ni con dádivas mensuales o bimestrales, ni con discursos antineoliberales o desfiguros políticos que tratan de justificar, como corifeos modernos, una política económica que ha generado que más mexicanos vivan en condiciones de pobreza.
Hay varios hechos y circunstancias en torno a esta reiteración de negar la realidad.
Como en la historia del Rey Desnudo, quien creyó, como todos le concedían, que sus sastres le habían confeccionado un traje que sólo unos cuantos podían ver, cuando en realidad siempre le tomaron el pelo y le hicieron creer – él lo creyó- que portaba un traje invisible, mentira secundaba por su séquito, vasallos, y cercanos a él que no querían verlo iracundo o violento.
Por ejemplo, el nivel de aceptación social de la población del país hacia el presidente de la República, supera el 60 por ciento, niveles que no lograron sostener, en su tercer año de gobierno, otros mandatarios. ¿Cuál es la razón de que persista ese importante nivel de apoyo?
Quizá la pregunta más conveniente es: ¿quiénes son aquellos que siguen apoyando al presidente López Obrador?, a pesar de que una gran mayoría de sus anuncios y decisiones apuntan a la confrontación permanente, a la división del país y a tratar de imponer su fuero, no así a gobernar, de la mejor manera, para todos.
La respuesta parece estar en lo que publica la revista Letras Libres, en su más reciente edición en la que se analiza el crecimiento de la pobreza en México y explica, con datos fidedignos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, que a nivel nacional, entre el 2018 y el 2020, el número de pobres en tierra azteca incremento en 3.4 millones de personas y pasó de 51.9 millones a 55.3 millones de personas en ese rango.
En el análisis de la información económica generada por el Coneval, el equipo de analistas de Letras Libres explica que si bien en el periodo 2018-2020 -ya en el Gobierno de la 4T de López Obrador- el ingreso por programas sociales y becas se incrementó en un 45 por ciento, lo que es significativo, otro dato también revela que el ingreso por programas sociales y becas representa únicamente el 1.6 por ciento de los ingresos totales de las familias en México.
¿Qué quiere decir esto? ¿Se trata de un juego de discursos, percepciones y comunicación?
La narrativa del gobierno de México tiene como eje el pregonar que otorga beneficios directos a los grupos de la sociedad menos favorecidos. Diversos programas sociales, para adultos mayores, madres solteras y jóvenes que no estudian ni trabajan, entre otros, así como la generación de becas para otros grupos sociales.
Esos rubros, de apoyos sociales, representan la parte bonita de su discursos político y social. Y así ha venido manejando esa narrativa en lo que va de su administración, lo que ha tenido resultado en ciertos grupos que son los que lo apoyan mayoritariamente.
Sin embargo, esos millones y millones de pesos destinados a brindar subsidios directos a los diversos grupos sociales en realidad no sólo no los han sacado de las condiciones de pobreza y marginación, sino que ha creado un mayor número de pobres, porque el ingreso por dádivas sociales -becas y programas sociales-no logra compensar el principal ingreso en la mayoría de las familias mexicanas, por el contrario, lo ha reducido en forma considerable.
Aquí algunos datos:
De acuerdo con la más reciente información del Coneval, la población con ingresos inferiores a la línea de pobreza extrema por ingresos pasó del 14.9% en el año 2016 a un 17.2% en el 2020.
Estos datos se traducen en que, en ese mismo periodo, el numero de mexicanos en condiciones de pobreza extrema se incrementó en 3.9 millones más, al pasar de 18 a 21.9 millones de personas.
Otros datos de la realidad que se quiere omitir por decreto es que el rezago educativo pasó de 18.5% en el 2016 a 19.2% en el 2020 y el rezago en acceso a servicios de salud pasó de 15.6% en el 2016 a 28.2% en el 2020.
Y quienes reciben apoyos económicos periódicamente son los que creen ver un beneficio real y apoyan la gestión del presidente, quien no se percata, como el Rey Desnudo, que programas y becas no sacarán de la pobreza a una gran proporción de mexicanos, incluso los hacen más pobres.
Ahí una explicación muy lógica de por qué el presidente registra altos niveles de aceptación, porque quien lo apoya en realidad es su clientela política, en forma directa, y los beneficiarios secundarios de las dádivas, que también creen que el presidente los ha beneficiado.
El INEGI confirmó esta semana que el país inició una fase de recesión técnica, por el decrecimiento económico por dos trimestres consecutivos, pero López Obrador afirma que al cierre del año el PIB Nacional llegará a un 5 por ciento ¿Dé dónde saldrá ese crecimiento económico en un periodo tan corto?
López Obrador, como el Rey Desnudo, se habrá de percatar de que se pasea desnudo, cuando la realidad, fría y brutal, choque con él. Lo mejor, para todos, es que no sea demasiado tarde.