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- Nos lleva a una hecatombe sanitaria y económica irreparable en años
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Por: Miguel A. Rocha Valencia
*Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de MegaUrbe.
Más allá de los escándalos y latrocinios de administraciones pasadas sería interesante saber si la de la Cuarta Transformación hará algo para frenar la mortandad de la pandemia que en la Ciudad de México cobró, sólo en enero 15 mil vidas; si implementará alguna política para detener la ola de violencia que en el país registra más de 73 mil asesinatos y si, en definitiva tendrá la capacidad de sacar a México del peor desastre económico en 100 años, con la mayor deuda pública y la caída más pronunciada del Producto Interno Bruto.
Bueno, sí al menos podrá traer vacunas contra el SARS-CoV-2 suficientes para todos los mexicanos, ya no en meses, sino en lo que resta de la actual administración.
Porque en promesas y mentiras, el movimiento del Ganso de Macuspana, lleva el primer lugar, no así en la gestión sanitaria y económica de la pandemia donde estudios internacionales nos ubican en los últimos lugares, y entre los dos primeros en el número de víctimas mortales por Covid-19, donde oficialmente cerró la semana con casi dos millones de contagios y 166 mil 200 “lamentables” (como dice López-Gatell) defunciones.
Se da por hecho que son muchas más víctimas dado que de acuerdo con datos publicados por El Universal, “Del 1 al 31 de enero de 2021, el Gobierno de la Ciudad de México registró 15 mil 564 fallecimientos adicionales a los esperados para ese periodo, que eran en mayo, en el pico más alto, se reportaron 348 fallecimientos diarios, con todo y confinamiento”.
Hoy que la cifra necrológica es más alta, se reabren actividades de todo tipo, en un intento de mejorar la crisis económica y social; el pago serán más contagios y muertos, no cabe duda.
A eso le apostaron desde el principio. No importaba salvar vidas, sino la maltratada economía que ya reflejaba números negativos por dos años, ni siquiera “el pírrico” crecimiento del dos por ciento del PIB de las corruptas administraciones anteriores.
Queda evidencia entonces de que, a pesar de todo, el mesías profeta de la 4T, miente ya no sólo con crecimiento y recuperación, sino sobre las vacunas cuya compra sólo existió en su mente y más parece un fraude, como lo hizo también con la corrupción que lo llevó a cancelar el NAIM a un costo superior a los 600 mil millones de pesos, aumento de la deuda en ocho mil millones de dólares y pérdida de inversiones, confianza, empleos y crecimiento correspondientes.
Si las expectativas de frenar la pandemia, bajar contagios y muertes son inciertas, tristes y lúgubres, la recuperación de la economía está igual o peor, pues depende de la primera.
Por eso en salud, el caudillo de Morena debe reconocer errores y reorientar con seriedad la gestión de la pandemia, sin la opinión incondicional de quienes hoy nos tienen en el desastre, procurar con certeza la adquisición de inmunizaciones y atender al sector salud con profesionalismo. Ya sabemos que el Ganso es ignorante, pero hay mexicanos que sí saben y quieren ayudar.
O a menos que por perversidad (anillo al dedo), las cosas se hagan así a propósito. Les doy en beneficio de la duda.
No se vale que instituciones tan prestigiadas como el Instituto Nacional de Nutrición tenga el vergonzante récord de muertes entre sus pacientes con Covid-19 por falta de recursos técnicos y medicamentos.
Peor, que en general, el sistema público de salud esté en manos de incondicionales que anteponen lo político a lo técnico, a la verdad y que eso nos tenga como el país con mayor número de fallecidos y el peor porcentaje de muertos por cada 100 mil habitantes, en el mundo. No se vale.