Ernesto Madrid
Bajo el argumento de que ‘no somos rateros’ el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el cheque de 2 mil millones de pesos que la fiscalía general de la República (FGR) había entregado al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep) para que fueran parte de los premios de la rifa presidencial en 2020, se regresó al Infonavit y “no hay ningún problema de nada”.
Lo contrastante del caso es que el mandatario también dijo que el Gobierno de México buscará recuperar el dinero robado al erario por el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, en caso de que el jurado lo encuentre culpable de los cargos que le imputan autoridades de Estados Unidos por los millones de dólares que recibió del Cártel de Sinaloa que encabezaba “El Chapo” Guzmán a quien el presidente también le dio ‘esperanzas’ de analizar su caso, para que por humanidad, sea retornado a nuestro país.
Lo curios es que aquel cheque exhibido la mañanera del 10 de febrero de 2020, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador lo presentó porque dijo que se lo entregó el fiscal Alejandro Gertz Manero y era de 2 mil millones de pesos, “recuperados” en el “combate a la corrupción” por un presunto fraude al Infonavit, no se sabe nada, cuando menos públicamente, dónde acabaron ni cómo se utilizaron.
El detalle se centra en la entrevista que, Jaime Cárdenas Gracia extitular del Indep dio a Proceso y que se publicó el domingo pasado y en la que el presidente dice que dijo que es como la de una “pareja malavenida” en la que con múltiples desacuerdos se refiere a manejarse dentro de la legalidad, pero al final de cuentas una que se sostiene con claroscuros, es que sea con elementos que rayan en la complicidad o el encubrimiento
Ahí narró que, para cubrir el dinero, imposible de canalizar legalmente para lo que quería López Obrador, se buscó taparlo con 200 millones de dólares decomisados al narcotráfico, aunque advirtieron a la fiscalía que el Indep sólo podía recibir y administrar bienes asegurados por procedimientos penales.
El detalle se centra en que en verdad no habían sido “recuperados”, sino pagados por tres de los implicados en el supuesto fraude al Infonavit, los hermanos Max y André El-Mann, a cambio de su libertad. Quienes no aceptaron pagar por su libertad, los hermanos Rafael y Teófilo Zaga Tawil, no han dejado de ser perseguidos.
Y la realidad es que la información que el abogado reveló en la entrevista sería suficiente para configurar una denuncia por los delitos de peculado o corrupción e incluso, como él mismo comenta en sus declaraciones, suficiente para enviar a diversos funcionarios a la cárcel, empezando por el presidente, la autoridad de más alto nivel que le habría instruido la comisión de un delito.
Lo incauto del caso es que el presidente dice que no hay problema, que todo está en orden y que se devolvió al Infonavit además de que argumento que legalmente ese organismo no podía usar el dinero si no es un bien decomisado, abandonado, extinto o asegurado y ese cheque, indicó, no estaba en ninguna de las cuatro categorías.
Y entre los dichos y contradicciones sobre donde quedó el dinero del cheque y las esperanzas lanzadas al “El Chapo” Guzmán de que analizará su caso para traerlo, quizás de regreso a México porque “se trata de derechos humanos, hay vías e instancias internacionales” para defender “el principal de los derechos humanos -que- es el derecho a la vida” está un detalle.
Buscar que se regrese el dinero que García Luna aceptó de millones de dólares en sobornos a cambio de ayudar al poderoso Cártel de Sinaloa, precisamente de “El Chapo” para mover droga y evitar la captura de sus miembros como el Mayo Zambada que lo traicionó y ahora maneja ese Cártel, que curiosa es la historia.