Hay infinidad de factores del por qué hay que tener en la mira la elección en EU.
Por Óscar Sánchez Márquez
Si en estos momentos fueran las elecciones en Estados Unidos, John Biden, demócrata vinculado a la élite política y financiera de la nación del Norte, obtendría la mayoría de los votos, pero no así la mayoría de los Colegios Electorales, que son los que eligen al presidente en la Unión Americana.
A estas alturas es prematuro prever si Donald Trump será reelecto o si los demócratas regresan a la Casa Blanca. Lo cierto, es que el proceso electoral en Estados Unidos presenta una serie de claroscuros que es importante tomar en cuenta para evitar sorpresas.
En este espacio, hablaremos del perfil de John Biden, quien esta semana, ya en el límite del tiempo legal establecido, nombró a su compañera de campaña, en este caso a la senadora californiana Kamala Harris, estadounidense de padre jamaicano y madre india.
Por cierto, Kamala es la única mujer afroamericana en el Congreso norteamericano, una férrea crítica de Trump y más recientemente impulsora de cambios legislativos para evitar abusos policiales a la comunidad afroamericana, principalmente, lo que la convierte en un imán electoral.
Los radioescuchas se preguntarán por qué se habla en este espacio de una elección que aparentemente ni nos va ni nos viene, sobre todo por tratarse de una lucha electoral en un entorno historicamente bipartidista, de demócratas contra republicanos o a la inversa.
Hay infinidad de factores del por qué hay que tener en la mira la elección en EU, entre ellas que México y la Unión Americana comparte más de 3 mil kilómetros de frontera, son socios comerciales en el mayor acuerdo de América y del mundo y por los intereses culturales, económicos, financieros y migratorios entre ambas naciones. Lo que ocurre allá tiene grandes repercusiones de este lado del Río Bravo.
Pero hay una circunstancia especial en el hecho de tener más que nunca presente la elección de EU. Y ese hecho es que apenas en julio pasado el presidente López Obrador hizo una de sus mayores apuestas de política internacional en lo que va del sexenio, al realizar una visita oficial a Estados Unidos en el marco de la firma del nuevo Tratado Comercial México Estados Unidos y Canadá.
Su visita a la Casa Blanca, las conversaciones con Trump y el fuerte espaldarazo que dio con un discurso de diplomacia política, colocó a México en una franca línea de apoyo al republicano Donald Trump, hoy en campaña por la reelección.
Con ello hizo a un lado las atenciones a la otra parte, a los demócratas que pelean por recuperar la Presidencia y, dicho por ellos mismos, el rumbo de lo que un día fue la Nación más poderosa del mundo.
Por ello, el pulso que hay que tomar de la elección porque si el magnate Donald Trump pierde la reelección, lo cual no se descarta aún, los demócratas a la cabeza de John Biden y Kamala Harris, le cobrarán caro al gobierno de López Obrador haberles dado la espalda en un momento político clave. Y, como dicen en el pueblo, “no vaya siendo”.
Para ganar las elecciones presidenciales en EU cualquiera de los dos candidatos requiere obtener el voto mayoritario en al menos 270 de los 538 Colegios Electorales, una especie de convenciones de delegados en los que votan para elegir presidente y vicepresidente de los Estados Unidos.
Las más recientes y confiables encuestas señalan que Biden tiene hasta 20 puntos de ventaja en voto directo, es decir en votaciones a pie de urna, pero ello no necesariamente implicaría un triunfo en la Presidencia, ya que, si no tiene el número de Colegios electorales mínimos necesarios, simplemente no gana la presidencia.
En las tendencias por Colegio Electoral Donald Trump conserva la mayoría de respaldo político en estados claves, determinantes en la votación para presidente, pero la crisis económica y el pésimo manejo de la emergencia por Covid-19 pueden inclinar la balanza en su contra.
Sigamos de cerca esta elección, pero veamos de manera especial, los perfiles, como para dar una idea hacia dónde se puede definir la elección.
De Trump ya sabemos mucho y día a día el mundo lo corrobora.
De Biden habría que destacar los siguientes aspectos.
- Fue vicepresidente de Estados Unidos por ocho años en la administración del presidente Obama.
- Está vinculado a las corrientes políticas de Clinton y Obama
- Está ligado a la élite política y financiera del país.
- Tiene 76 años de edad y ha sido congresista durante 36 años.
- Es criticado por tener claras posturas de discriminación racial.
- En la clase trabajadora como las comunidades negras y latinas no tiene buena aceptación.
- En esta nueva normalidad los votantes buscan sólo dos cosas en un candidato: Liderazgo y gestión de crisis.
- Joe Biden sólo ha sido vicepresidente y un importante asesor en Estados Unidos, pero nunca ha tenido responsabilidades en un cargo de elección.