Ciudad de México.- El Gobierno de México actuará con “sangre fría y firmeza” para conseguir la mejor posición de México respecto a otros países en la aplicación de aranceles recíprocos que anunciará Estados Unidos el próximo 2 de abril, de acuerdo con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
Durante la Mañanera del Pueblo de este 13 de marzo, Ebrard explicó que el 14 de marzo comenzarán una serie de consultas con industrias del sector acerero, del aluminio y todas la vinculadas a ellas, como el automotriz, para planificar estrategias que permitan “defender las empresas” a través de un acuerdo para revisar las tarifas arancelarias que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplicó a estos productos en días previos.
Según el secretario, en función de la integración económica entre ambos países, México no puede tomar decisiones de manera “intempestiva”, por lo que se encuentran trabajando para que lo presentado el 2 de abril coloque a México en mejores condiciones que cualquier otro país.
México actuará con “sangre fría” y firmeza con relación a aranceles
“La integración con México es excepcional; no hay ningún otro país, ni Canadá, con la que se tenga una integración económica como la que hay entre México y Estados Unidos […] Actuaremos con sangre fría y firmeza [para] conseguir la mejor posición posible de México respecto de cualquier otro país […] es la mejor estrategia posible y está dando resultados”.
Marcelo Ebrard señaló que la afectación económica a Estados Unidos por la imposición de la tasa arancelaria del 25% al acero y aluminio, es, en principio, el incremento de los precios de todos aquellos productos que hagan uso de dicho insumo y detalló que la “tesis” que está detrás de esto es generar una relocalización de empresas a dicho país.
“Eso no ha ocurrido […] si revisas los aranceles del 2018 u otras medidas arancelarias, no han traído consigo un aumento de empleos como se argumenta”.
Agregó que el segundo efecto que provocarán estas tarifas será la disminución de la demanda.
“La medida de toma, según explican las mismas autoridades de Estados Unidos, para reducir el déficit y con ello tener más producción […] pero el costo que se va a tener que pagar para ellos es aumento a los precios, dificultades para integrar lo que usas todos los días […]ahora va a ser más caro que en otros países del mundo”, ahondó.