• Tensiones en Medio Oriente, decisiones de la Fed y riesgos climáticos afectan a bolsas y expectativas económicas globales
Ernesto Madrid
Los mercados globales cerraron con pérdidas generalizadas este martes, arrastrados por el aumento de tensiones en Medio Oriente y la incertidumbre en torno a la política monetaria de Estados Unidos. La mezcla de riesgo geopolítico, presiones inflacionarias por el alza del petróleo y datos débiles de consumo golpearon a los principales índices bursátiles.
En Wall Street, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq retrocedieron 0.70%, 0.84% y 0.91%, respectivamente, mientras que en México el índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores perdió 0.76%, para cerrar en 56,614.32 unidades.
El nerviosismo se desató luego de que el presidente Donald Trump exigiera la rendición incondicional de Irán y reiterara su oposición a que Teherán desarrolle armas nucleares. Además, reveló que su gobierno conoce la ubicación del líder supremo iraní, Ali Jamenei, elevando la percepción de un posible conflicto directo en la región.
El aumento de la tensión se agravó tras la abrupta salida de Trump de la cumbre del G7 en Canadá, lo que dejó sin firmar acuerdos comerciales clave con Japón y Canadá, y alimentó dudas sobre la estabilidad en las relaciones comerciales globales.
Mercados en vilo: geopolítica, petróleo y clima nublan el panorama financiero
A esta inestabilidad se suma la expectativa por la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, programada para mañana. Aunque se prevé que la Fed mantenga sin cambios su tasa de interés, los mercados siguen atentos a cualquier indicio de ajuste ante la presión pública ejercida por Trump para flexibilizar la política monetaria.
El petróleo también reaccionó al entorno de incertidumbre. El crudo WTI repuntó 4.61%, para ubicarse en 75.08 dólares por barril, impulsado por la posibilidad de interrupciones en la oferta energética de Medio Oriente si el conflicto escala. Esto, a su vez, podría presionar la inflación global y limitar la capacidad de los bancos centrales para reducir tasas de interés en un contexto de enfriamiento económico.
En paralelo, las ventas minoristas en Estados Unidos mostraron debilidad inesperada, con una caída de 0.9% mensual en mayo, o de 0.3% excluyendo vehículos, reflejando un consumidor menos dinámico ante la inflación persistente y la incertidumbre económica.
A largo plazo, otro factor de preocupación estructural se suma al panorama: el cambio climático. De acuerdo con un reporte de la OCDE, las sequías extremas son cada vez más frecuentes y costosas. En los últimos 120 años, la superficie terrestre afectada por sequías se ha duplicado, y para 2035 los costos económicos derivados podrían aumentar en al menos 35%. La OCDE advierte que es urgente implementar políticas públicas efectivas para mitigar estos efectos y proteger la estabilidad económica mundial.
Así, los mercados globales navegan en un mar de incertidumbres: geopolítica explosiva, señales económicas mixtas y riesgos ambientales cada vez más tangibles. Una combinación que podría mantener la volatilidad financiera en niveles elevados en los próximos meses.
@JErnestoMadrid
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