La extradición de Lozoya es el comienzo de un capítulo que México no había podido escribir.
Ciudad de México.-La Vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, afirmó que el inminente retorno del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, es el comienzo de un capítulo que México no había podido escribir: el de la justicia en el caso Odebrecht, que desde 2016 sacudió la política de varios países de América Latina, “pero aquí, como todos sabemos, el ex funcionario fue protegido por un pacto de impunidad”.
Consideró que al aceptar regresar de manera voluntaria, la extradición de Lozoya será expedita y es de esperarse, como han adelantado la Fiscalía General de la República (FGR) y el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que sus declaraciones contribuyan a aclarar los detalles de los sobornos multimillonarios recibidos en tiempos de campaña electoral y ya en el ejercicio público y su destino.
Dijo que la ocasión es propicia para hacer un recuento de algunos de los actos que provocaron que el ex consejero de OHL sea ahora acusado de varios casos de corrupción, lavado de dinero, cohecho y apropiación indebida.
Al respecto, recordó que la trama de Agro Nitrogenados y Fertinal comenzó a mediados de 2013, “dos años después, el Consejo de Administración de Pemex emitió un acuerdo para la creación de Pemex Fertilizantes y unos meses más tarde, en octubre de 2015, el mismo Consejo aprobó la adquisición de Grupo Fertinal.
Hasta mayo de 2019, agregó la legisladora federal, Pemex había desembolsado alrededor de mil 395 millones de dólares (mdd) por la compra y rehabilitación de dos plantas de fertilizantes, pero ninguna resultó rentable ni generó utilidades para el Estado. “Con el pretexto de que el Estado debía atender las necesidades de los productores del campo, Emilio Lozoya y el empresario Alonso Ancira, dueño de una de las plantas, fraguaron una estafa que ejecutaron impunemente, gracias al manto protector que el gobierno de Enrique Peña Nieto extendió sobre quien fuera responsable de las elaciones internacionales de su campaña”, indicó.
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Aseveró que tuvo que llegar un Gobierno comprometido verdaderamente con el combate a la corrupción para que Lozoya fuese inhabilitado 10 años mientras sus cuentas bancarias eran intervenidas. Posteriormente, igual que su socio empresarial, el ex funcionario fue aprehendido en España. “Mientras padecíamos los oídos sordos del peñismo en el Senado, con el debate de la Reforma Energética, el Consejo de Administración de Pemex recibía informes sobre “una inversión en una planta de fertilizantes”, que no era otra sino Agro Nitrogenados, de Ancira”, expuso.
Padierna Luna remarcó que tres secretarios de Estado y los consejeros supuestamente independientes fueron informados de la millonaria operación, pero nadie la objetó, quizá porque, como dijo uno de los abogados de Lozoya, él no se mandaba solo y el movimiento tuvo que contar con la venia presidencial.
Hizo hincapié en que con el regreso del PRI a la Presidencia, con el padrinazgo de Carlos Salinas, la estrella de Ancira volvió a brillar. “Lozoya recibió un generoso regalo por los servicios prestados. El pago se habría concretado mediante una triangulación que involucró a Odebrecht. El 17 de febrero de 2014, un mes después del anuncio de la compra de Agro Nitrogenados, Altos Hornos de México transfirió un millón 481 mil dólares a la cuenta bancaria de la empresa Grangemouth Trading Company LP, una offshore de Odebrecht”, expresó.
Finalmente, mencionó que en los sesenta, Carlos Salinas formó un cerrado grupo, con otros privilegiados hijos de ex funcionarios del alemanismo, en la Facultad de Economía de la UNAM.
“Emilio Lozoya Thalmann, padre del extraditable, formó parte de ese clan apodado “Los toficos”, en referencia a un chicloso de dorada envoltura cuya publicidad rezaba: “Uhmm, qué ricos”. Y qué corruptos, añadiríamos ahora”, puntualizó.