• México no está cumpliendo con sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
Ernesto Madrid
Pemex va en declive en sus reservas de crudo, es altamente contaminante y hoy depende de subsidios y transferencias públicas para sobrevivir que, en paralelo, hasta ahora, el desempeño en la preparación para la transición energética ha sido insuficiente, reflejado en rankings internacionales que muestran un retroceso significativo en México.
Dicho de manera más clara, la política de soberanía energética del gobierno actual, centrada en fortalecer a Pemex, no ha generado los resultados esperados y su vez, Pemex y CFE, las empresas preponderantes en el sector energético enfrentan dilemas muy relevantes al ser responsables de una parte considerable de las emisiones, y al mismo tiempo generar valor económico y cumplir un rol fundamental del Estado para garantizar seguridad energética.
De acuerdo con un análisis de México Evalúa, las Contribuciones Nacionalmente Determinadas carecen de claridad en el ordenamiento jurídico del país, pues no han sido integradas al mismo, por lo que no existe un plan concreto y detallado de implementación, para conseguir la transición energética en México.
“Para abordar efectivamente los desafíos de la transición energética en México, es fundamental fortalecer la gobernanza a través de una robusta interacción institucional en los tres niveles de gobierno” señala México Evalúa y enfatiza la necesidad de una mayor transparencia, monitoreo riguroso y rendición de cuentas para asegurar una implementación efectiva de políticas desde el Plan Nacional de Desarrollo.
Además, la mejora en la calidad de los datos y la cooperación subnacional son elementos clave que deben integrarse, junto con la colaboración internacional y el acceso a financiamiento, para desarrollar estrategias adaptadas a las particularidades regionales y maximizar el impacto de las iniciativas locales.
Por lo anterior y ante el inicio de un nuevo sexenio en México representa una ventana de oportunidad única para avanzar decididamente hacia una economía más sostenible y resistente frente al cambio climático.
“Es crucial que el país aproveche este momento para fortalecer sus estructuras institucionales, mejorar la gobernanza y establecer políticas claras y efectivas que impulsen la transición energética y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero”, precisa el documento.
Estas acciones, no solo contribuirán al cumplimiento de compromisos internacionales como las Contribuciones Nacionalmente Determinadas, sino que también asegurarán el bienestar presente y futuro de todos los mexicanos, creando un entorno ambiental seguro y propicio para las generaciones venideras.
¿Y Pemex?
Por otra parte, es importante señalar que el Consejo de Administración de Pemex, aprobó el plan de sostenibilidad que considera inversiones entre 8 mil 200 y 10 mil 100 millones de dólares para ejercerse desde 2024 hasta 2030.
De acuerdo con la paraestatal, se destinará entre 14% y 18% de su gasto de capital en 2024 a proyectos de este tipo, y entre 10% y 14% anual desde 2025 hasta 2030, solo que, durante el año 2023, el gasto en inversión capitalizable ascendió a casi 209 mil millones de pesos y la mayor parte de este importe, aproximadamente el 79%, se destinó a actividades de exploración y producción de hidrocarburos, mientras que 16% se invirtió en actividades de refinación y petroquímica, y 5% en otros proyectos como almacenamiento, distribución de productos y actividades transversales proporcionadas por el corporativo de Pemex.
Además, conforme a la taxonomía presupuestal vigente, se identificaron componentes ambientales y de seguridad industrial que suman más de 9 mil millones de pesos. Esto es, 4.3% del presupuesto total de inversión reportado por Pemex.
En resumen, y de acuerdo con México Evalúa, el plan de sostenibilidad establece inversiones proyectadas para integrar consideraciones ambientales y de seguridad industrial en las operaciones de Pemex, sin embargo, es importante tener en cuenta que, en el contexto del gasto total en inversión reportado por Pemex en 2023, los componentes ambientales y de seguridad industrial representan solo 4.3%, lo que implica en el fondo una atención mínima a la real asignación de recursos en el futuro para alcanzar los objetivos de sostenibilidad establecidos.
Es decir, los planes no están funcionado, ni para hacer rentable a Pemex ni para transitar a las energías limpias en México.
@JErnestoMadrid