Datos sobre pobreza laboral indican que al cierre de primer año de este 2020 casi la mitad de la población se encontraba en índices críticos.
Ernesto Madrid
A pesar de que el Coneval suspendió de manera temporal su publicación del Índice de la Tendencia Laboral de Pobreza (ITLP) los últimos datos sobre pobreza laboral indican que al cierre de primer año de este 2020 casi la mitad de la población se encontraba en índices críticos, es decir un 48.1%.
De acuerdo a la organización México ¿cómo vamos? Todo se finca en la productividad laboral, es decir la relación entre el número de horas trabajadas y la productividad nacional que no es otra cosa que el Producto Interno Bruto (PIB) que en otras palabras se mide con el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE).
Al segundo trimestre de este año se percibió un crecimiento de 11.4% y una tasa anualizada de 53.8%, pero eso no es lo bueno, lo real es que, como consecuencia de la parálisis económica nacional este indicador tan alto es porque la cantidad de horas trabajadas a nivel nacional disminuyó más que el PIB lo que no implica que la productividad del trabajo subiera.
Para ser más claros, mientras el Índice de Horas Trabajadas del IGPLE cayó 25.7% anual y 26.6% trimestral en cifras reales, el PIB o la productividad se contrajo 18.7% y 17.1% respectivamente.
Lo anterior se debe a que las condiciones de una economía depreciada o deprimida frente a un mercado laboral sin condiciones de mercado no hay manera de una mayor productividad laboral.
INCIPIENTE RECUPERACIÓN
A esto hay que agregarle que en la tercera Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN-INEGI septiembre 2020) se observa, de acuerdo a México ¿cómo vamos? Que la Población Económicamente Activa es decir quienes tienen o buscan trabajo de manera activa, se incrementó en 621 mil personas, consecuencia de 670 mil trabajadores y trabajadoras en la Población Ocupada y una disminución de 49 mil personas en la Población Desocupada.
El detalle está en que el incremento de la Población Ocupada se debió en mayor proporción a un aumento en las mujeres empleadas: en septiembre 855 mil mujeres se incorporaron a un empleo, mientras que los hombres disminuyeron en 215 mil trabajadores.
Es decir, que el mercado laboral femenino se ha recuperado más lentamente que el masculino.
En total, el empleo formal agregó 424 mil 792 trabajos en septiembre, mientras que el empleo informal creció en menor número (245 mil 92 empleos).
Por lo tanto, la tasa de informalidad laboral fue de 54.9%. El incremento en la población ocupada fue ligeramente mayor al observado en agosto, de 653 mil 460 trabajadores.
No obstante, fue menor al registrado en junio y julio. Es decir, hay signos de que se está ralentizando la recuperación en el mercado laboral y, el impacto de la crisis por Covid-19 persiste.
En pocas palabras, de marzo a septiembre de este año, la población ocupada ha perdido 4.7 millones de empleos, la población desocupada ha aumentado en 1.1 millones y la tasa de participación laboral pasó de 59.8% en marzo a 55.6% en septiembre.
Es decir, aún vamos mal de acuerdo a: México ¿cómo vamos?