Ernesto Madrid
El Cártel del Golfo entregó en Tamaulipas a cinco sicarios que habría estado involucrados en el asesinato de dos ciudadanos norteamericanos y el plagio de dos más, con el afán de contribuir con el gobierno de México a disminuir la presión de la administración del presidente Joe Biden, por lo que Andrés Manuel López Obrador dejo en claro que su gobierno no permitirá que las fuerzas armadas de Estados Unidos intervengan en territorio nacional para el combate al narcotráfico.
En lo contradictorio del caso, esta que al menos 3 de los 4 ciudadanos estadounidenses tienen antecedentes penales relacionados con tráfico, venta y consumo de drogas, así como portación de armas de fuego, de acuerdo con registros judiciales de la Corte de Carolina del Sur, donde son originarios.
De acuerdo con los registros de la Corte de Carolina del Sur, Letavia Lateefa Washington, quien resultó ilesa en el ataque, tiene antecedentes por fabricación y tráfico de drogas, robo de bienes y amenazas a un funcionario en el desempeño de sus funciones, a lo que se suma que fuentes del gobierno federal, dijeron que el pasado 3 de marzo, no sería la única vez que los 3 hombres y la mujer cruzaron la frontera con Matamoros presuntamente para ver temas relacionados con drogas.
La entrega del Cartel del Golfo, los antecedentes y la no intervención
De hecho, Zindell Zaquille Mckinley Brown y Shaeed Hakim Woodard, los dos hombres que murieron en el ataque, tienen antecedentes relacionados con elaboración y comercio de drogas, robo con violencia, portación de arma y solo Eric James Williams, herido de bala durante el secuestro y quién ya se encuentra en Estados Unidos, es el único de los cuatro estadounidenses que no tiene historial delictivo.
Sin embargo, el presidente López Obrador, que, de alguna manera, recibió el apoyo del Cártel del Golfo por circunstancias desconocidas para tener en sus manos a los sicarios involucrados, ahora dice que no es necesario, como lo planteo el coordinador del Partido Republicano, el senador Lindsey Graham, para que las fuerzas armadas de Estados Unidos intervengan en México, para el combate al narcotráfico en especial para evitar según él que llegue de México fentanilo a Estados Unidos”.
“De una vez fijamos postura, esa iniciativa además de irresponsable es una ofensa al pueblo de México, una falta de respeto a nuestra independencia, a nuestra soberanía” dijo Obrador.
Lo cierto es que los cinco sicarios que entregó el CDG confesaron su participación en los hechos de los americanos y se identificaron como: Antonio de Jesús Vidaurri Castillo, alias “Chuy” o “Chucho”, de 33 años y originario de Río Bravo, Tamaulipas; Luis Valdez Trejo de 21 años, de Tula, Tamaulipas; Gustavo Marcelino Rodarte de 31 años originarios de Matamoros y Ever Noel Hernández Mora de 28 años, este de Guatemala del Grupo Escorpión.
No obstante, las investigaciones federales en las que participan autoridades norteamericanas han permitido establecer que en la balacera que culmino con el asesinato de una mujer mexicana y de dos ciudadanos estadounidenses, así como el secuestro de otros dos, participaron al menos 8 vehículos, con delincuentes del Cartel del Golfo, bajo el mando de La Kena y/o Ciclón 19.
Y para ponerle más dudas al caso el ‘Grupo Escorpión’ o ‘Escorpiones’, es una de las facciones del CDG, y dejó una cartulina con un narco mensaje en el que asegura que “decidió entregar a los involucrados y responsables en los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina”.