Por: Ernesto Madrid
Sin duda la presencia de la DEA en México siempre ha sido determinante, pero después de la detención del exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos, en Los Ángeles sin el conocimiento del país el gobierno de México le advirtió a Estados Unidos que no quería agentes extranjeros en su territorio lo que llevó a las autoridades del país vecino a reconsiderar.
Ahora, el ex general después de un mes de detenido en EU pasa a ser un hombre libre en México.
El detalle no era para menos por lo que Salvador Cienfuegos, extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), llegó ayer a México, vestido de traje y corbata, como un hombre libre y, según dijo ayer en una Corte de Nueva York, sin temor a una persecución en el país.
El general en retiro llegó a las 18:40 horas al aeropuerto de Toluca, en un Jet privado del Gobierno de Estados Unidos, y media hora después partió a su casa con el compromiso de que atenderá la investigación que hay en su contra.
Lo curioso del caso es que esto sucede poco tiempo después de la advertencia, el Departamento de Justicia solicitó el sobreseimiento de los cargos contra el general Salvador Cienfuegos, que incluían narcotráfico y lavado de dinero.
Lo anterior llevó a que un juez federal de Brooklyn acordó el despido este miércoles. Cienfuegos ya fue enviado de regreso a México, donde el gobierno está investigando el caso y decidirá si lo detiene.
En el fondo, México expresó su descontento tanto con la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos como con la asociación de seguridad en general, dijo una persona, que pidió no ser identificada porque las conversaciones entre gobiernos son privadas.
Se le dijo a Estados Unidos que no podía tener las dos cosas, pidiendo extradiciones y agentes en el terreno, y luego realizando operaciones encubiertas a espaldas de la nación, según información de un medio norteamericano familiarizada con las conversaciones.
Ninguna de las personas tenía conocimiento de una amenaza directa, o un quid pro quo, para expulsar a la DEA si Cienfuegos no regresaba.
Pero el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se enfureció durante semanas por su desconocimiento de la investigación sobre Cienfuegos que llevó a su arresto el 15 de octubre, un militar que sin duda representa la milicia que tanto ha apoyado el mandatario mexicano como la más honorable y de más confianza en nuestro país.
Por eso y tras el arresto, el mandatario advirtió que se investigaría el papel de la DEA en México, y el canciller Marcelo Ebrard dijo a la revista mexicana Proceso que sería objeto de revisión.
El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos y el Departamento de Justicia se negaron a comentar este hecho, el miércoles por la noche.
Estados Unidos acusó a Cienfuegos de ayudar al cartel de la droga H2 al apuntar a sus rivales para una acción militar y advertirle de las investigaciones estadounidenses, entre otros actos.
Ahora rectifica y la corporación estadounidense trasladó ayer mismo a Cienfuegos a México, luego de que este aceptó voluntariamente abandonar Estados Unidos aunque el pero es que el militar, aparentemente, continuará bajo investigación en México, aunque por ahora sin pisar la cárcel.
Dicho de otra forma, el gobierno de México se comprometió a continuar la investigación iniciada contra Cienfuegos por las agencias de seguridad estadounidenses, con base en la cual halló evidencia que lo vinculan al Cártel Beltrán Leyva.
El 14 de agosto de 2019, las autoridades estadounidenses presentaron ante la Corte de Nueva York los cargos contra Cienfuegos Zepeda, a quien identificó con el sobrenombre de El Padrino o Zepeda.
La línea que tenso la relación parece por lo pronto relajarse pero los demócratas en la nación vecina no dejan de verlo como un riesgo de impunidad.
La decisión del Departamento de Justicia de Estados Unidos, avalada por la jueza de la Corte del Distrito Este de Nueva York, de desestimar las acusaciones contra el general Salvador Cienfuegos y mandarlo de vuelta a México, libre de cargos criminales en la Unión Americana, generó alertas en el Capitolio.
El senador demócrata Bob Menéndez, miembro del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, dijo en un comunicado que “no hay explicación alguna que esclarezca la decisión del fiscal general (William) Barr, de retirar abruptamente los cargos de narcotráfico contra el general Cienfuegos”, y advirtió que la determinación de la administración de Donald Trump podría “fomentar la impunidad” en México.