Por Karina Aguilar Como en un juego de pirinola, en el último año del gobierno de la 4T, el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende llevarse todo, incluso el dinero ahorrado de los trabajadores del Poder Judicial y dejar endeudados a los mexicanos.
No conforme con haber pagado hasta el triple en sus obras faraónicas, que todavía no son rentables, como el Aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, el primer mandatario también quiere agregar para 2024, una deuda por 1.9 billones de pesos.