• El principal riesgo para nuestro escenario global, con probabilidad moderadamente baja, es una guerra comercial generalizada iniciada por EUA
Ernesto Madrid
La economía mexicana se ha desacelerado desde el cuarto trimestre de 2023 y las expectativas de crecimiento se han deteriorado desde las elecciones en México donde ganó con amplio margen, la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum que prometió el segundo piso de una cuarta transformación.
Sin embargo, el hecho de que lleva el sello de una dictadura con, casi el mismo molde de su antecesor, pero con una sobrerrepresentación en el congreso, una supremacía constitucional, un Poder Judicial a ‘modo’ y la eliminación de los órganos autónomos, generan una “incertidumbre extraordinaria”.
A lo anterior, de acuerdo con un análisis de Citibanamex con respecto al Panorama Económico que nos espera para el próximo 2025, se suma el triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos que llevaría a mayor cautela en la inversión y menor crecimiento, sin embargo, también se estiman tasas de inflación menores y tasas de interés más bajas.
No obstante, la disciplina fiscal se ha visto erosionada con un déficit público muy elevado y, aunque se ha reconocido la necesidad de una consolidación fiscal, sigue sin presentarse una solución creíble de largo plazo, que debería pasar por una reforma fiscal, sim olvidar que Pemex se mantiene como un gran pasivo contingente para el gobierno, ya que su situación sigue enfrentando retos considerables.
No obstante, las perspectivas generales siguen apuntando a que se mantendrá la estabilidad macroeconómica, dado el historial de autonomía de Banxico, el apoyo al libre comercio, el régimen de flotación cambiaria que ayuda a absorber choques externos e inflación relativamente contenida.
Además, los bancos mexicanos siguen estando bien capitalizados y el sistema financiero parece ser resistente a posibles choques macro-financieros severos, aunque algunos de los pilares del crecimiento han sido debilitados por el gobierno actual (en particular la estrategia energética y las políticas no favorables al mercado), muchas características de la economía mexicana han colocado al país como un fuerte beneficiario de las tendencias de relocalización que no se aprovechado hasta este momento.
Para maximizar sus beneficios será necesario abordar los desafíos estructurales de largo plazo relacionados con el marco de gobernanza, mejor acceso al financiamiento e inversión pública más alta y mejor focalizada que alivie los cuellos de botella en la infraestructura además de construir una relación con la administración entrante de Estados Unidos que resulte mutuamente benéfica para ambos países y que deberá ser una prioridad por sus implicaciones para las perspectivas de México económicas y sociales.
“La productividad ha estado estancada durante mucho tiempo y aumentarla es una prioridad clave para aumentar el crecimiento y la competitividad. La desigualdad y la pobreza siguen siendo altas en México. Mejorar los resultados educativos y reducir las brechas de género y la informalidad mejoraría estos problemas, al tiempo que fortalecería el potencial de crecimiento del país de mediano plazo” destaca el documento de Citibanamex.
@JErnestoMadrid