Ernesto Madrid
Con seis meses por arriba de los 5 mil millones de dólares, las remesas alcanzaron el monto más alto desde 1980 al colocarse en un máximo de 5 mil 360 millones de dólares equivalente a 107 mil millones de pesos, en octubre.
¿Qué implica esto?
Sin duda un ingreso elemental no sólo para reducir la pobreza y desigualdad, sino que además los recursos que envían los connacionales es un agregando a la cuenta corriente y al consumo privado, en particular para las familias de bajos ingresos, que tienen una alta propensión al consumo y son los principales destinatarios de dichas transferencias, de acuerdo con especialistas.
En este tenor, hay que señalar que en los últimos doce meses (es decir, de noviembre de 2021 a octubre de 2022), el flujo acumulado de los ingresos por remesas alcanzó los 57 mil 751 millones de dólares y el flujo acumulado a doce meses de septiembre previo de 57 mil 214 millones de dólares (octubre 2021 a septiembre 2022).
Para ser más precisos, cada trabajador que ha migrado a la nación vecina, por necesidad, desempleo o miedo que ha sido la constante en nuestro país, envió en promedio, 385 dólares o lo que es lo mismo 7 mil 700 pesos destinados, sobre todo, a esposas, madres, abuelas, hermanas de familias que se ha tenido que separar.
En el acumulado de enero a octubre de este año, de remesas alcanzaron un flujo total de 48 mil 338 millones de dólares, un incremento de 15% frente al mismo periodo de 2021.
Ahora bien, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), esto implicó un avance de 11.2% frente a los 4 mil 822 millones de dólares de un año antes.
Otro dato interesante es que, en la última década, las transferencias se han triplicado gracias al desempeño de la economía de Estados Unidos de dónde además proviene el 95% de las remesas