El Museo Universitario Arte Contemporáneo presenta en el proyecto Sala 10, al que se acceso vía Internet a apreciar un nuevo documento en video, titulado Gases lacrimógenos en Plaza de la Dignidad.
La propuesta fue creada por Forensic Architecture, de Chile, transforma los testimonios de la barbarie en instrumentos de empoderamiento civilizatorio.
Dicha actividad se llevará a cabo el 30 de mayo, acompañada de un conversatorio que desnuda el grado de brutalidad con que el Estado chileno.
Lo compara con lo que ocurre en otras latitudes del mundo, con lo cual se ha restaurado el castigo corporal contra el disenso y la crítica.
A manera de contexto, el grupo señala que el uso del gas lacrimógeno contra manifestantes es uno de los medios rutinarios para la represión en calles y plazas.
Su empleo para hacer frente al descontento civil se exponenció tras el ciclo de confrontaciones sociales que siguieron al mayo francés de 1968.
A pesar de la pandemia por COVID–19, continúan las protestas que han surgido en el mundo, como reacción a la violencia perpetrada por el Estado.
El trabajo fue comisionada a Forensic Architecture, agencia multidisciplinaria de investigación, por el colectivo médico activista No+Lacrimógenas de Chile.
Surgieron en el marco de las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera, ocurridas desde octubre de 2019.
El resultado de esa investigación puede conocerse en la pieza Gases lacrimógenos en Plaza de la Dignidad [Tear Gas in Plaza de la Dignidad], 2020.
Se presenta hasta el 15 de agosto en Sala10, plataforma digital del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
Forensic Architecture se propuso iluminar el secreto de Estado acerca de la violencia ejercida sobre la población civil mediante el empoderamiento cognitivo.
Para lograrlo se valió de las metodologías forenses que han caracterizado varias de sus investigaciones pasadas, como el modelaje en tres dimensiones.
Emplearon programas de visualización arquitectónica, el aprovechamiento de la geolocalización, la sincronización de videos y testimonios gráficos tomados por civiles y medios públicos.
Gracias a la creación de líneas temporales trazadas por las sombras que se proyectaron durante el día.
Esta vez la agencia británica, alojada en Goldsmiths, de la Universidad de Londres, ha añadido un recurso inédito.
Se trata de la proyección de la dinámica de fluidos del gas lacrimógeno, no sólo en su concentración alrededor de los manifestantes en la plaza, sino en la contaminación del entorno urbano al momento de su dispersión.
Cuauhtémoc Medina, curador de este proyecto, comenta que mediante el uso de la imaginación detectivesca, Forensic Architecture ha evaluado la dimensión del abuso en el uso de armas químicas por parte de los cuerpos policiales.
“Las conclusiones de esta investigación son aterradoras, pues transforman las imágenes anecdóticas en un levantamiento científico sobre el empleo criminal y sistémico de las armas químicas en la represión política”.
En el transcurso de una sola tarde, la del 20 de diciembre de 2019, los carabineros chilenos descargaron al menos 594 latas de gas sobre los manifestantes en la Plaza de la Dignidad,.
Lo cual produjo concentraciones de más de 40 veces el límite de tóxicos indicado por el fabricante de las armas, condiciones de contaminación casi letales.
La simulación de los fluidos, muestra que la dimensión de armas químicas está fuera del debate público: el abuso a lo largo de dos años de protestas.
Pone en riesgo la salud de la población aledaña e incluso la ecología del río Mapocho, cuerpo de agua que irriga los campos de cultivo al sur de la ciudad.
Gases lacrimógenos en Plaza de la Dignidad es un elocuente documento que desnuda el grado de brutalidad con que el Estado, tanto en Chile como en otras geografías.
“Esta obra es un acto de democratización efectivo, pues devuelve poder al conocimiento como propiedad común.
“Plantea la necesidad de restaurar el prestigio del saber y la imaginación en las tácticas y el espíritu de la protesta”.