• Un negocio que dio votos y mucho dinero a una nueva élite de políticos
Ernesto Madrid
El inadecuado uso del presupuesto pone en riesgo, para la próxima administración que encabezará la virtual presidente, Claudia Sheinbaum, que está a días de recibir su constancia de mayoría, la producción de petróleo y gas ya que el costo anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en Dos Bocas, de 330 mil millones de pesos o lo que es lo mismo, 16 mil 800 millones de dólares, no es el que dice.
Quizás no quiso, o mejor se lo reservó porque como señala, el presidente está informado de todo lo que sucede en el país, resulta contradictorio que no haya mencionado que recientemente se han aprobado cerca de 4 mil millones de dólares adicionales para “obras accesorias” de la refinería, las cuales no se contabilizan al monto total del proyecto, siendo una consideración incorrecta y evidente alteración del valor de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, que dijo el sábado, ahora sí va a producir combustibles a partir de petróleo crudo.
El detalle está en que primero, López Obrador había dicho que costaría 8 mil millones de dólares, solo que en abril de 2022 dijo que costaría “un poco más, cerca de 9 mil, un años después de que haya declarado la obra como “un asunto de seguridad nacional”, para no dar acceso a los reportes financieros y las cifras se le fueron hasta “11 o 12”, un mes después y ese mismo año el presidente declaró que el Consejo de Administración de Pemex autorizó hasta 12 mil millones de dólares, y que seguramente se destinaría más.
En noviembre de 2023 Rocío Nahle en entrevista dijo que el costo podría ascender a los 16 mil millones de dólares y argumentó que los costos extras se han derivado del pago de impuestos y las obras externas, pero eso nunca se explicó de manera previa cuando el presidente fijó la meta y fijo el costo por lo que ese presupuesto es falso, porque la obra ha recibido muchos más recursos sobre todo por las transferencias que ha tenido Pemex de parte de la Sener (Secretaría de Energía), incluso ya podría estar en el marco de los 27 mil millones de dólares”, de acuerdo con Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC.
Además, hay que recordad que el 4 de mayo, en su reporte financiero del primer trimestre de 2024, Pemex informó que el gobierno asignó este año (2024) otros 341 millones de dólares para el complejo, por lo que la obra alcanza de momento un costo total de 18 mil 938 millones de dólares, 2 mil 122 millones más de lo reportado un día anterior.
Lo cierto es que esa obra, y con base en esos 4 mil millones de dólares aprobados para el presupuesto para 2025, rondaría en los 21 mil millones de dólares, que no son recursos complementarios al presupuesto general de Pemex, implica tomar presupuesto ya asignado de alguna otra Empresa Productiva Subsidiaría de Pemex (EPS).
La más afectada de ese EPS es Pemex Exploración y Producción, ya que, al no disponer más de esos recursos, dejará de realizar pagos a proveedores y contratistas y el no realizar estos pagos (independientemente de la falta de seriedad que esto implica) aumenta el riesgo de que las empresas que complementan las actividades de exploración y producción, que son intensivas en capital y disminuyan sus trabajos y por la tanto se presente una caída en la producción y en la incorporación de reservas que tendrá que enfrentar la próxima presidenta.
Lo anterior además tomando en cuenta que, hubo una manipulación de cifras de operación, presupuesto y tiempo de ejecución ya que ninguno de los participantes (expertos internacionales en construcción de refinerías en el mundo) a la invitación restringida cumplió con las condiciones de tiempo y monto, simplemente porque eran condiciones imposibles de cumplir y dejaron en claro que de acuerdo a las mejores prácticas internacionales, el plazo debería ser entre 5 y 7 años con un presupuesto entre 14,000 y 16,000 millones de dólares como mínimo.