Ernesto Madrid
Por curioso que parezca el caso, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que el atentado o autoatentado al periodista Ciro Gómez Leyva se hizo porque buscan afectar a su gobierno y desestabilizar al país, e indagará las pruebas de esto, para presentar una denuncia “sea quien sea”.
En el frente de estas acusaciones el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos demandó a las autoridades de México “garantizar la seguridad” de los periodistas y no atacarlos.
“Si no lo hace, no solo contribuye a la autocensura, sino que alienta la violencia contra los medios”, señaló la organización en un tuit del Alto Comisionado en el que dejo claro que “los periodistas necesitan protección, no ataques de las autoridades”.
No obstante, el presidente insistió que “por eso cuando plantean lo de Ciro, de que pudo ser un autoatentado, no porque él se lo haya hecho fabricado, sino porque alguien lo hizo para afectarnos a nosotros, no lo descarto”, bajo la consigna de que “el propósito era generar un conflicto mayor, desestabilizar al país, que eso también es un crimen”.
El “autoatentado” a Ciro lo probará el presidente
Por eso, para el presidente es “que han querido contrarrestar lo que se está haciendo con ataques constantes, planeados en los medios de información convencionales”.
Lo que no entiende es que no son ataques, sino cuestionamientos puntuales a sus políticas y ocurrencias, dicho de otra forma, es una reacción al enorme espacio diario que ocupa en la arena pública con sus mañaneras que ahora justifica que la gente quiere que se la quiten.
La realidad es que, en los medios convencionales como los llama, es en dónde se informa la población y si bien el presidente condenó la agresión, no tardo en seguir con su misma tendencia al considerarlos díscolos con su gestión lo cual es “dañino para la salud”.
No es uno, sino muchos los comunicadores, sobre todo de los estados y municipios del país, que ha sido puestos en la atmósfera en la que violentar a un periodista no es grave porque se lo merece y porque además son “voceros de los conservadores”
Y en este escenario la realidad topa con las palabras del mandatario en donde tan sólo en este año, 13 periodistas fueron asesinados en México, según datos del gobierno que para Reporteros Sin Frontera (RSF) México está considerado uno de los más peligrosos del mundo para ejercer la profesión, ya que del 2000 a la fecha más de 150 han sido asesinados y sus casos siguen impunes.