México.- Con música de mariachi fueron acompañados los restos de Hipólito Mora Chávez y dos de sus tres escoltas asesinados el pasado jueves durante un ataque del crimen organizado.
El cortejo fúnebre duró más de una hora y media desde la parroquia hasta el panteón municipal; la carroza con los restos del emblemático fundador de las autodefensas iba al frente y, atrás, como cuando los mataron Roberto y Calixto, en aparente formación de escolta.
Hubo misa de cuerpo presente, con el templo repleto de familiares, amigos y seguidores de quien en 2013 se levantó en armas contra el Cártel de Los Caballeros Templarios.
Hace 10 años, Hipólito Mora encabezó a civiles armados, que, hartos de extorsiones, cobro de piso, secuestros y homicidios, decidieron enfrentar a un criminales y los vencieron.
Pero hoy, Hipólito Mora está muerto; lo asesinaron justo después de que denunció las mismas prácticas del pasado, pero ahora aplicadas por otro grupo criminal, conocido como Los Viagras.
Durante el sepelio, Olivia, hermana de Hipólito, dijo confiar en la “justicia divina” y no tener alguna sed de revancha contra quienes mataron al luchador social.