Horacio Fernández es un multinstrumentalista y compositor de 22 años, originario de Pubela, capital, que compuso la obra para cello y orquesa Cumbia concerto, como una muestra de las posibilidades de fusión entre ambos géneros.
El compositor posee un conocimiento exhaustivo sobre la evolución de la música de cámara, cuya propuesta creativa evolucionó hacia la música popular.
“Como compositor de música escrita en partituras, que será interpretada por músicos que saben leerla, me interesa encontrar mi propia voz e incursionar en combinacones poco usuales.
“Esta obra une elementos de música clásica, con un estilo que me ha acompañado toda mi vida: la cumbia. Es un gran cambio en la dirección de mi carrera y vida, pues ahora busco hacer música popular de verdad”.
Gracias a su entendimiento de la composición musical, aunado a su comprensión de las herramientas digitales, lo ubica como uno de los autores más innovadores en las obras para ensamble.
Para Horacio Fernández, la música es un entrecruzamiento no solo de corrientes, sino de épocas.
Buena parte de su música contemporánea hace referencia a los periodos más promisorios que en lo económico y lo cultural del siglo XX, en México y el mundo.
“Estamos en la era de nostalgia en muchos sentidos. Ahora la nostalgia es monetariamente sustentable. Comprobamos que la cultura pop está basada en ese sentimiento.
“Así que hay que se trata de escribir una canción que permita rescatar el linaje del pasado, que permita decir algo nuevo, con recursos antiguos. Lo retro y lo antiguo unen lo clásico, con la salsa o lo popular. Las cosas se vuelven retro diez años después”.
Horacio Fernández considera que Cumbia con chelo, es su proyecto más ambicioso, por la conjugación de instrumentos como chelo, en combinación con el estilo de cumbia sonidera.
“La obra fue presentada en video, con la participación de bailarines urbanos, que se dedican al baile chacalón, al lado de músicos de Juilliard para tocarlo, así como un ballet con baile folklórico, urbano, y contemporánea”.
“El arte está en todos lados y ese ha sido siempre el papel de estas expresiones culturales. Sí son entretenimiento, reflexión, apreciación por la belleza, pero sin arte la cultura no puede existir. Sin arte la Humanidad no puede existir”.