A partir del 28 de mayo, llega Cruella a los cines y la plataforma Disney+, la historia que transporta a la audiencia al corazón de Londres en la década del 70, para descubrir los orígenes de Cruella de Vil, una de las villanas más icónicas de todos los tiempos.
La moda ocupa el centro de la escena en Cruella, no sólo porque los personajes protagónicos son apasionados del diseño, sino porque De Vil fue, es y será por siempre un ícono de la moda en la pantalla.
Crear los majestuosos trajes que lucen -y diseñan- los personajes en la película no era, entonces, una tarea sencilla.
¿La elegida para liderar semejante misión? La reconocida diseñadora de vestuario Jenny Beavan, ganadora de dos premios Óscar® por su trabajo en Mad Max: furia en el camino y Un amor en Florencia.
Algunos de sus modelos muestran cómo, al dar los primeros pasos en el proceso de diseño del vestuario de la película, Jenny Beavan buscó inspiración en las fuentes más diversas.
“La película transcurre en los años 70, y yo estaba presente en esa década, así que la conozco muy bien y recuerdo qué lucía la gente en aquel momento”.
Para la etapa de juventud de Estella, la moda callejera de aquellos años fue la primera inspiración, especialmente en la combinación ecléctica de piezas de mercados con algunos elementos del punk.
“La sensación es que Estella habría ido a tiendas de ropa vintage en la calle Brick Lane de Londres, cuando era un mercado de ropa de segunda mano”.
Al mismo tiempo señala que el trabajo de diseñadores como John Galliano y Vivienne Westwood también formó parte de la inspiración.
En cuanto a la baronesa von Hellman, los números de la revista Vogue de aquellos años fueron la fuente perfecta para sumergirse en la alta moda del momento.
Jenny Beavan dice que Emma Stone y Emma Thompson fueron las musas perfectas para potenciar su proceso creativo.
“De esas primeras pruebas surgieron las bases de los looks de Estella. Si bien no utilizamos ninguna de las piezas que Emma se probó ese día, sirvieron mucho de inspiración. Allí nos dimos cuenta de qué funcionaba y qué no”.
“Emma Thompson tiene una figura increíble y disfruta mucho luciendo el tipo de vestidos que identifican a la baronesa. Eso fue clave porque realmente los llevó con mucha personalidad”.
Thompson agrega: “En cierto modo canalizamos a las divas de la pantalla, desde Joan Crawford hasta Elizabeth Taylor”.