Ciudad de México.- A toda velocidad y entre reclamos de autoritarismo, las comisiones unidas de Seguridad Pública y Estudios Legislativos del Senado aprobaron este sábado el dictamen que da vida a la polémica Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia en Materia de Seguridad Pública, conocida ya en redes y tribunas como la “Ley Espía”.
Avalada por mayoría, la nueva legislación es pieza clave de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024–2030, y está alineada con el Plan Nacional de Desarrollo presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum. El dictamen plantea un giro total en el paradigma de seguridad: la inteligencia ya no será un auxiliar, sino el núcleo del aparato estatal de combate al crimen.
“El país necesita inteligencia, porque un México sin inteligencia es un país ciego, vulnerable y reactivo”, señala el documento.
Sin embargo, las bancadas de PRI, PAN y Movimiento Ciudadano rechazaron tajantemente la propuesta, al considerarla un instrumento de vigilancia masiva sin controles judiciales, que pone en riesgo la privacidad, la legalidad y el Estado de Derecho.
“Están construyendo una dictadura perfecta disfrazada de modernización”, acusó el priista Miguel Riquelme, quien advirtió que la ley permite el acceso sin restricciones a datos personales, incluyendo los biométricos, fiscales y de telecomunicaciones.
Aprueban la «Ley Espía» en comisiones del Senado
La senadora emecista Alejandra Barrales fue más allá: “Esta ley obliga a la exposición de los ciudadanos, mientras otorga al poder público mecanismos de confidencialidad. Es el mundo al revés”.
Por su parte, el panista Gustavo Sánchez citó directamente el artículo 12 del dictamen, que faculta a la Secretaría de Seguridad para solicitar sin orden judicial el acceso a registros personales de cualquier mexicano. “Eso equivale a instaurar un sistema permanente de vigilancia sobre la población”, advirtió.
Del lado de Morena, el senador Manuel Huerta defendió el proyecto argumentando que no se trata de consolidar un “Estado espía”, sino de acabar con él y construir un “Estado protector” capaz de anticiparse al crimen. “Esta ley no es para perseguir a los de abajo, sino para investigar a quienes lucran con el terror y el dinero manchado de sangre”, dijo.
A su vez, Manuel Añorve, coordinador de los senadores del PRI, comparó la legislación con un “Big Brother del bienestar”.