Ernesto Madrid
En el marco de la promulgación de la Constitución de 1917, el acto más significativo de la nación, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no irá a Querétaro a la celebración, que lo “vamos a conmemorar (…) aquí en el recinto en donde se aprobó la Constitución de 1857 y voy a presentar ese día todas las iniciativas de reforma a la Constitución, (…) un paquete de iniciativas que tienen que ver con el bienestar, con salarios, con pensiones, con la reforma al poder judicial, la reforma electoral, la democracia, todo el 5 de febrero”.
En ese contexto el coordinador de los diputados de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, refirió que las reformas tienen puntos positivos y por ello serán respaldadas por el grupo Parlamentario de Morena en San Lázaro por lo que ‘defenderá’ el paquete de reformas constitucionales que enviará el presidente López Obrador el día de la conmemoración de la constitución de 1917.
Entre las principales reformas que propondrá el ejecutivo se encuentran las relacionadas con el aumento de los salarios mínimos, el cálculo de las pensiones de los trabajadores, la reforma al Poder Judicial y la reforma electoral, “es un paquete de iniciativas que tiene que ver con el bienestar, (…) con la democracia, -con- todo”, dijo López Obrador.
Incluso rechazó que su iniciativa de reforma a las pensiones busque que el gobierno se quede con el dinero de las cuentas individuales de los trabajadores, pues manifestó “¡No somos ratas, no somos corruptos!” pese a las diferentes denuncias que han salido en contra de sus hijos y sus allegados por diversos actos de corrupción como el caso de la extinción de Notimex.
En el contexto cabe destacar que el caso del salario mínimo solo quedaría en ley lo que ya ocurre en la realidad, que los incrementos al salario mínimo estén por arriba de la inflación lo que sucede desde 2014, en el sexenio de Enrique Peña, el incremento del salario mínimo ha estado por arriba de la inflación del año previo y AMLO solo busca que quede como texto constitucional.
En el caso de la propuesta para que los trabajadores se jubilen con su salario completo, es más compleja ya que no hay manera, al menos en lo inmediato, de que las pensiones de los trabajadores afiliados al IMSS o ISSSTE, calculadas sobre la base de su ahorro individual, den para el 100% de su jubilación.
Lo anterior porque el gobierno tendría que obligar a los empresarios a elevar de manera muy sustantiva la aportación patronal o la del propio trabajador, para que el porcentaje de ahorro para el retiro resulte más elevado o que sea el gobierno el que aporte.
O bien, eliminar el esquema de ahorro individual y regresar a la condición que teníamos antes de 1997, con un sistema de retiro con beneficio definido, al margen de las aportaciones de los trabajadores, pero de ocurrir, el costo fiscal sería enorme e inmanejable para el gobierno, como sucedió en el pasado.
En los otros temas, como la reforma al Poder Judicial y Electoral, los partidos de oposición como el PAN ya fijaron su postura, “No al debilitamiento, no al sometimiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y sí al equilibrio de la división de poderes” e incluso señalaron que “El tema es muy delicado y nosotros no vamos a apoyar ninguna propuesta que debilite la independencia, autonomía” de los poderes.
En realidad, lo que López Obrador pretende es que las reformas sean rechazadas por la oposición y en un año electoral, construir la narrativa de que son los partidos opositores los que se oponen a reformas que beneficiarían a las y los mexicanos y el 5 de febrero, día de promulgación de la constitución, le cae como anillo al dedo.