Indeclinable en su postura, el presidente Andrés Manuel López Obrador se mantuvo al margen de la renovación de la dirigencia de Morena y de la negativa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a México Libre como partido político por falta de transparencia.
Interrogado sobre el rumbo de su partido y la aprobación de algunas organizaciones como partidos políticos, aprovechó para citar que no tiene “palomas mensajeras ni halcones” para usar su nombre e interferir en la vida interna de los partidos políticos porque son entidades de interés público.
Señaló que el deber escuchar la opinión y el sentir de los militantes, incluido MORENA, y no debe ser un asunto de cúpulas. Destacó que en los tiempos actuales y por las circunstancias, el mejor método para definir una dirigencia de un partido son las encuestas, siempre y cuando no estén sesgadas.
Acabar con la corrupción y privilegios
Durante su conferencia matutina aprovechó para retomar temas como los de los Fideicomisos, algunos que operaban en las aduanas y puertos, donde y dijo que “si el pueblo dice nos gusta que nos roben”, pero que no es posible “que sigan habiendo unos cuantos con privilegios y la mayoría en la pobreza”.
Señaló que un partido político recibió mil millones de pesos, a través de la Secretaria de Relaciones Exteriores, “supuestamente para apoyar a migrantes”, pero nunca se hizo nada. Lo que se hace ahora “es recoger ese dinero para que se destine al bienestar del pueblo”.