• Habrá “gabinete alterno” que se encargarán de combatir el lavado de dinero
Ernesto Madrid
En medio de un país incendiado por el narco, herencia de la pasada administración orbadorista, en donde se decapitan a alcaldes, se incendian supermercados, cobran y extorsionan a todo tipo de negocios y libran violentas guerras armadas en varios estados de la República sembrando el terror, se presentó la Estrategia de Seguridad para este sexenio.
La duda de sí seguirán los abrazos no balazos, no quedo del todo despejada por el propio titular de la Secretaria de Seguridad Omar García Harfuch que señaló que esta estrategia dará continuidad a lo que inició el expresidente López Obrador con la atención a las causas, “reduciendo la pobreza, cerrando brechas de desigualdad y generando oportunidades para que las y los jóvenes tengan acceso a una mejor calidad de vida”.
Basada en cuatro ejes: Atención a las causas; consolidación de la Guardia nacional, dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); fortalecimiento de estrategia e investigación; y coordinación absoluta en el Gabinete de Seguridad y con los estados, llama la atención que en el documento enviado por presidencia en su página 8 detalla que, para lo delitos de alto impacto, en el punto que destaca un ‘Diagnóstico regional del fenómeno de la Violencia’ señalo lo siqguiente.
En este ‘El análisis integral del fenómeno’ se hará con base en redes criminales, sus estructuras jerárquicas, logística operativa, protección institucional/redes de corrupción, actividades de lavado de dinero y sus prestanombres, en donde queda claro que una de sus prioridades será atacar frontalmente las finanzas del crimen organizado.
Lo anterior, como destaca El Universal, -con base en un documento que elaboró el equipo de Sheinbaum Pardo en septiembre pasado- será con la creación de un “gabinete alterno” integrado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Procuraduría Fiscal, Pemex Logística y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que se encargarán de combatir el lavado de dinero”, en dónde queda la duda hasta dónde tendrá la capacidad de penetrar, con los políticos que se han mencionado, por diversos medios, están detrás del crimen organizado.
Al igual, García Harfuch afirmó que es falso que haya militarización con la integración de la Guardia Nacional a la Secretaria de la Defensa Nacional, por el contrario dijo que se trata del fortalecimiento de las capacidades operativas de la GN con la Sedena, por eso su permanencia, disciplina, desarrollo y profesionalismo dentro de la propia Secretaría encabezada por el general Ricardo Revilla Trejo, que será loable.
Lo cierto es que a Harfuch se le han dado las herramientas para generar resultados como señaló Mario Maldonado en su columna del 18 de septiembre, ya que “controlará el Centro Nacional de Inteligencia, con la llegada de su colaborador Francisco Almazán Barocio, además del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con Marcela Figueroa. También se sumaron a su equipo excolaboradores clave como Omar Reyes y Francisco Moreno, para controlar las penitenciarías y la seguridad en las carreteras, respectivamente”.
Se coordinará, señala “con viejos lobos de mar, como el general Ricardo Trevilla, titular de Sedena, y el almirante Raymundo Morales, nuevo secretario de Marina; ambos fueron elegidos minuciosamente de una lista de aspirantes a esos cargos por su trayectoria en el terreno operativo, por un perfil y hoja de servicios sin indicios de corrupción y por su disposición a coordinarse con los mandos civiles. También será clave en este equipo la labor del general de Brigada Hernán Cortés, comandante interino de la Guardia Nacional.
Habrá que ver qué pasa en los primero cien días de gobierno para que no se alargue a los seis meses que dijo AMLO que pacificaría el país y nunca sucedió, por el contrario, aumento el terror, paralizando ciudades completas e incluso desplazando y expulsando a comunidades enteras con su violencia, pero no fue el gobierno el dio directamente la instrucción de “nunca va a dar la orden de que el Ejército, la Marina o corporaciones policíacas se utilicen para reprimir al pueblo de México” con abrazos no balazos al crimen organizado, como igual ha dicho la presidenta.